Desde los 6 años, Kirsten Dunst ya estaba en la televisión. Siendo la típica rubia multipropósito hollywoodense, su carrera es probablemente la más abultada entre las jóvenes actrices de su generación.
El primer papel grande que tuvo fue en Interview with the Vampire, siendo aún una niña; participó en éxitos palomeros como Jumanji, pero también en películas independientes como The Virgin Suicides y Eternal Sunshine of the Spotless Mind, cintas que le dieron suficiente credibilidad como para interpretar papeles de más rango como en Marie Antoinette... aunque finalmente, la raza siempre la va a recordar por la saga de Spiderman.
Algo que tengo que reconocerle a la Dunst, a pesar de que no soy fan, es que se mantuvo honorablemente alejada de las estúpidas comedias románticas y de las cintas para adolescentes pachecos; desde luego, tiene su cuota de películas "regularcitas", pero en general su carrera es muy respetable a pesar de que los últimos 3 años han sido flojos.
Bueno, la verdad es que Kirsten Dunst no es nada bonita (no se dejen engañar por las fotos de portafolio) y el look anoréxico no nos va en este blog, por lo que su cuerpo de tabla y ausente de curvas no nos parece ni tantito atractivo. Ni siquiera es una flaca sexy, como las Kates (la Moss y la Hudson), es como un prisma rectangular, todas sus caras son iguales; los vestidos le quedan tan mal, que parece que está cubierta con un costal de papas. De lo peorcito que hemos presentado hasta la fecha.
Los pies de la Dunst no están muy bien. Los dedos larguísimos, mal. Yo sé que hay una especie de fetichista de pies que, de hecho, los prefiere largos, pero aquí usamos otro estándar, no nos gustan las mujeres que parecen andar paradas de manos.
A pesar de lo largo de los dedos, el gordo está trompudo. Es un pie más bien huesudo, es decir, chipotudo en todas las articulaciones. De forma es solamente regular, igual que el color y textura de piel.
Calificación a los pies de kirsten Dunst: 7
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